Disfruté de un increíble programa en compañía del Dr. Pimienta, esto fue el pasado 07 de marzo en la cabina de Radio Anáhuac para Risaterapia´nRadio.
Fue una bella locución enfocada en la empatía y al sentido de vida, tomando algunos de los argumentos que dejó como legado Viktor Frankl, quien desarrolló la Logoterapia. ¿Quieres saber más? Te invito a que sigas leyendo.
El Dr. Pimienta mencionó lo enriquecedor que es el libro de “El hombre en busca de sentido”, haciendo énfasis y dirigiéndose particularmente a los voluntarios. Coincido y comparto la idea, porque es un libro que puede atrapar a cualquier lector y además tiene el poder de impactar la percepción de quién se atreve a leerlo. Ambos te invitamos a darte un clavado y disfrutar el mensaje del autor.
Durante esa hora en radio, comenzamos hablando de la empatía y cómo desde el voluntariado podemos conectar con las necesidades específicas de las personas a las que nos acercamos y con las que logramos una conexión, que se recibe con cariño y gratitud, incluso me atrevo a decir que la convivencia que se logra con nuestra labor de voluntarios funciona en reciprocidad. Si bien, aunque yo no porto el distintivo de Médico de la Risa, ejerzo mi labor en una gran institución que me ha permitido desenvolverme y conectar de manera profunda con el sentido del servicio.
Pasados los minutos nos sumergimos en la importancia de la actitud ante todo lo que hacemos, ante las pruebas que la vida nos pone para enfrentarlas y cómo la práctica del voluntariado nos transporta a servir y a generar interacciones o conversaciones de corazón a corazón, las cuales nos permiten experimentar el resultado que se da con las personas que aceptan lo que les ofreces.
Esto me lleva a reflexionar en lo hermoso que es tener la oportunidad de transmitir mensajes poderosos, de agradecer a las personas u organizaciones que brindan un espacio abierto y de gran alcance para transmitir el impacto tan positivo de la labor de los Médicos de la Risa y de voluntarios que se desempeñan en otras instituciones que buscan objetivos similares al servicio y bienestar de la sociedad.
Ya en confianza, nos atrevimos platicar de cómo el sufrimiento afecta a nuestras vidas. Llegamos a la conclusión de que al entender nuestro propio sufrimiento, podemos lograr empatizar con el sufrimiento de otras personas, lo que nos permite hablar el mismo idioma, y ¡qué bonito es hablar el mismo idioma siempre enriqueciéndonos con las diferencias!
Nos dio mucho gusto recibir comentarios y preguntas de la audiencia, principalmente enfocados a la resiliencia, inteligencia emocional o dudas acerca de los duelos y el tiempo que duran ante las pérdidas, haciendo énfasis en que el duelo es un proceso necesario para entender las emociones por las que atravesamos cuando experimentamos pérdidas, procesos dolorosos o de enfermedad, hasta que llega el momento de dar acomodo a ese dolor y continuar la vida, sin dejar a un lado la importancia de que si éste se llega a prolongar de tal forma en que nos esté restando energía, vitalidad y adaptabilidad en nuestro entorno, es importante buscar apoyo emocional profesional para tratar de elaborarlo y dar el siguiente paso, el disfrutar de la vida aún y con la o las pérdidas que habitan en nuestra realidad.
Pero ¿cómo logramos todo esto? Es sabido que para vivir la vida, no hay fórmulas, eso lo sabemos y la realidad individual de cada persona nos lo hace ver de manera constante, es por ello que aprovechamos para charlar un poco acerca de los valores logoterapéuticos, que nos ayudan a visualizar y a dar sentido, desde los momentos o las vivencias del día a día, lo que generamos o regalamos al mundo con nuestro esfuerzo, innovación y amor, y finalmente, la forma en la que encaramos los obstáculos, pérdidas o situaciones que nos obligan a hacer un alto y desarrollar nuestra actitud al punto de hacerla evolucionar de tal forma para aprender a ver el camino de manera menos tormentosa, es en ese momento donde se nos presenta la gran oportunidad del aprendizaje. Te invito a escuchar más acerca de este tema, puedes dar click en la liga https://lnkd.in/eczHqwD
También mencionamos la importancia de los voluntarios y del impacto que generamos para una pequeña población de la sociedad, por lo que invitamos a la audiencia a experimentar esta labor si es que tienen la inquietud de sumar esfuerzos a grandes necesidades. La respuesta fue maravillosa, incluso solicitaron información de otros países de América Latina, por lo que el Dr. Pimienta dio información relevante de los talleres y cursos que Risaterapia imparte para formar Médicos de la Risa en México. Si estás buscando opciones, es sabido que en Risaterapia se dice que “ser médico de la risa es genial”, sin embargo, si en tu localidad aun no llega la “contentura”, siempre habrá asociaciones o instituciones con poblaciones vulnerables que requieren una mano o una sonrisa.
Para cerrar, hablamos del sentido de vida, otro concepto de la Logoterapia. Rebotamos tantas ideas para abarcar los elementos más relevantes, desde el propósito de nuestra vida, la responsabilidad de lo que hacemos, los resultados que buscamos lograr, la libertad con la que actuamos, la intención y el compromiso con el que asumimos nuestra esencia y las decisiones que dirigen nuestras acciones enfocadas a nuestro propósito… Suena como un trabalenguas ¿verdad?, la buena noticia es que cuando trabajamos desde la autoconciencia y el autoconocimiento, comenzamos a asimilarlo, a entender y construir nuestro propio sentido. Si te perdiste el programa, aun tienes oportunidad de escucharlo, te dejo el vínculo:
https://www.facebook.com/LorenaTovarPsicoterapiaCoaching/videos/416455392262302/
Finalmente, agradecimos a la Universidad Anáhuac, a las personas en los controles de cabina y por supuesto, a toda audiencia por darse la oportunidad de escuchar lo felices que somos al hacer voluntariado. Por cierto, no puedo dejar de agradecer a Risaterapia por permitirme visitar el programa en varias ocasiones y a todos los Médicos de la Risa con los que he tenido oportunidad de compartir micrófonos.
Cuando la magia sucede, no nos queda más que aceptarla y permitir que brille.
¡Hasta la próxima!